Hoy encontramos karatekas que practican el kárate desde hace años, y que realizan una práctica paralela de Tai chi Chuan. La práctica suave del tai chi parece dar un equilibrio a su entrenamiento. Algunos karatekas cuanto más envejecen, más aumentan la proporción de una práctica lenta (tai chi). Esto permite mantener la práctica con más o menos satisfacción.
Hace 25 años, pocas personas practicaban el tai chi chuan, en España, yo mismo solo lo conocía muy poco, en esta época dónde me dedicaba apasionadamente al kárate. Debo reconocer que pensaba, al igual que muchos, que el kárate era la mejor disciplina de las artes marciales y despreciábamos el tai chi chuan sin conocerlo realmente.
Habiendo practicado y enseñado el karate, planteé cuestiones técnicas a algunos maestros, pero no recibí respuestas satisfactorias. Cuando practicaba intensamente, experimentaba algunas veces unas sensaciones poco cómodas y esto me hizo reflexionar sobre el contenido y la calidad de mi práctica, lo que me llevó a interesarme por otras artes marciales, entre ellas el tai chi chuan. En cualquier caso, la mayoría de los maestros que me motivaron para seguir la vía del kárate, han muerto ó están disminuidos físicamente, este hecho me ha conducido a reflexionar mucho….
Al comenzar a estudiar el qi gong y el tai chi hace 22 años, el comentario que me hizo un maestro me sorprendido mucho. Me comentó «pretendes relajar los músculos, pero intenta más bien relajar tus vísceras y tus órganos internos…» He necesitado varios años para comprender el sentido de este comentario. La lentitud del movimiento y la relajación de los músculos en el tai chi chuan, favorecen el descubrimiento de distintas sensaciones, que se originan en el interior del cuerpo. Podemos más tarde cultivarlos y reforzarlos con ejercicios precisos. Por mucho que tengamos músculos sólidos, nuestros órganos internos y sus vísceras son tan suaves y flexibles como los de cualquiera. El kárate no debe ir contra esta realidad del cuerpo, si se quiere practicar durante mucho tiempo. La paradoja es que hoy el tai chi lleva el mismo camino (ya no se busca la relajación muscular para activar el interior, y se está convirtiendo más bien en una práctica marcial-deportiva), lo que hace que muchos karatekas que se inician en la practica del tai chi, dejen este arte marcial rápidamente, por no satisfacer la perspectivas creadas.
Bajo formas adaptadas a la sociedad moderna, el tai chi y otras artes marciales, se han prestado a dar una imagen de una práctica de recursos energéticos y desarrollo del bienestar y de la salud. Lo que atrae a muchos practicantes en la búsqueda de una continuidad en su práctica. Pero en el fondo muchos karatekas se encuentran, de alguna forma, con la misma estructura de práctica (que ya tenían en el kárate) pero con la particularidad de un ritmo lento.
Personalmente, practico buscando en el tai chi chuan, los ejercicios para activar la energía que garantice el bienestar y la salud, y al mismo tiempo las técnicas de combate realmente eficaces, condición esencial de la práctica a largo plazo. Si el tai chi chuan es útil solamente para aumentar la energía y garantizar una forma de bienestar, sólo satisface a la primera condición. ¿En este caso, no sería más adecuado practicar solamente el qi gong?
Hoy muchas escuelas de tai chi solamente están en condiciones de presentar el resultado de una práctica lenta y suave, lo que no responde a estas dos condiciones fundamentales: el mantenimiento y la mejora de la salud y del bienestar por una parte y la eficacia en el combate por otra parte. Debemos concebir que el tai chi chuan implica esta dos vertientes principales.
Al respecto no hay misterio. ¿»Es realmente posible cultivar las capacidades en velocidad y en fuerza ejerciéndose de forma lenta y flexible?».Si la respuesta es no, el tai chi no es más que una gimnasia suave e ineficaz para el arte marcial (el karate lo es por derecho propio). Si la respuesta es sí, es necesario que se pueda explicar cómo. Recordemos que «el Tai chi Chuan» es la integración dinámica de los elementos complementarios ó contradictorios del yin y el yang. Si la lentitud y la flexibilidad pertenecen a «yin», la fuerza y la velocidad pertenecen a «yang».
Siguiendo este razonamiento, si el Tai chi Chuan se basa solamente en la lentitud y la flexibilidad, por lo tanto en los elementos «yin», sería lógico llamarlo «el tai yin chuan», y no «el tai chi chuan». Ya que para constituir el tai chi es necesario la integración de los elementos complementarios ó contradictorios: lentitud- velocidad y flexibilidad-fuerza. Sin embargo, constatamos que la tendencia actual solo pone en valor uno de estos aspectos, que es ciertamente positivo para la salud, pero insuficiente como método de artes marciales.
4 enero, 2011
Después de cuatro años practicando karate japonés me encontraba en un callejón sin salida. Por un lado me había estancado en la práctica y no conseguía avanzar. Tampoco me convencían ni los métodos de entrenamiento ni las explicaciones que recibía a mis «impertinentes» preguntas. No me explicaban la función del híkite, ni el porqué de las secuencias de defensa – ataque, ni el motivo de que la práctica de katas o técnica y la práctica del kumité estuvieran tan diferenciadas.
Decidí abrir el campo e investigar en el karate de Okinawa. Cambio de instructor, de estilo, de técnica, de timing, de sentido de la distancia. De shotokan a goju-ryu. Mi punto de vista cambió totalmente. El karate tradicional de Okinawa era otra cosa. Muchas preguntas fueron encontrando respuesta y empecé a entender lo que era el karate. Descubrí libros como el «Bubishi» que me abrieron los ojos. Tras cinco años de práctica decidí seguir investigando hacia los orígenes y encontré al taijiquan.
Ahora practico taijiquan estilo chen y no considero que sea un complemento del karate, sino un concepto muy superior y elevado del arte marcial en sí mismo. Algo mucho más avanzado, evolucionado y con un grado de refinamiento muy grande, pero también puede ser letal. En taijiquan hay puñetazos, golpes de codo, de rodilla, ataques con la punta de los dedos, patadas, barridos, luxaciones, proyecciones y todo ello encadenado. Y combate libre o sanshou. Hoy para mí el taijiquan es el arte marcial supremo. Curiosamente, he empezado a entender muchos principios del karate a través de la práctica del taijiquan. Principios que muchos instructores de karate han olvidado o nunca llegaron a aprender.