1. INTRODUCCIÓN
2. ANTECEDENTES HISTORICOS
3. ANÁLISIS DEL COMBATE EN EL SUELO
3.1 FORMA DE LLEGAR AL SUELO
– De forma involuntaria
– De forma voluntaria
3.2 EL CONCEPTO DE LA DISTANCIA EN EL SUELO
– Distancia larga
– Distancia media
– Distancia corta “cuerpo a cuerpo“
3.3 TIPOS DE POSICIONES
3.4 CAIDAS Y FORMAS DE LEVANTARSE (Ukemi , Okiagari)
3.5 LA MOVILIDAD
3.6 CONTRATÉCNICA
3.7 EL “TIMING“ EN EL COMBATE
3.8 TÁCTICA Y ESTRATEGIA
4. FACTORES PSICOLÓGICOS
5. PROPUESTAS PEDAGÓGICAS
6. BUNKAI KATA EN SUELO
7. REFEXIONES Y CONCLUSIONES FINALES
8. BIBLIOGRAFIA 9. AGRADECIMIENTOS
1. INTRODUCCIÓN
En el presente trabajo vamos a analizar y reflexionar sobre aquellas situaciones en las que nuestra estabilidad puede verse comprometida yendo al suelo. Haremos propuestas pedagógicas y buscaremos soluciones diversas con el fin de interiorizar unos recursos que nos pueden ser de gran valía, pues para un karateka el ámbito del suelo por lo general es bastante desconocido.
El proverbio japonés de “hasta los monos se caen de los árboles “, nos recuerda que podemos ser derribados, o incluso tropezar con un obstáculo. Además, podemos buscar ventaja yendo de forma voluntaria al suelo, como sucede con las técnicas de sacrificio (sutemi), y que tenemos por ejemplo en el kata Unsu.
Vamos a analizar las formas de cómo reponernos en el menor tiempo posible, distancias, posiciones, formas de incorporarse con seguridad, propuestas de aplicaciones desde el suelo, etc. Todo ello, con la finalidad de permanecer el menor tiempo posible en esta situación, que en principio vamos a considerar “en desventaja “, pero que ciertamente se da en no pocas ocasiones, y que por lo general será “no buscada “.
La intención va más allá de exponer un compendio de técnicas ejecutadas desde el suelo, sino que vamos a analizar las distintas situaciones, por qué, cómo y cuándo ejecutar una determinada aplicación, es decir, trataremos de establecer unos fundamentos sobre los que basar nuestras soluciones técnicas.
Debemos ser conscientes de que el desarrollo de un enfrentamiento es incierto, pues no hay un reglamento, pueden surgir varios agresores, armas, etc. Debemos considerarlo como un combate sin normas (donde todo vale), por lo que las posibilidades de salida-reposición y de respuesta mientras permanezcamos en el suelo disminuye considerablemente.
Así pues, la idea en un enfrentamiento deberá ser la de “NO SUELO“, si bien podríamos considerar una salvedad, que sería en un enfrentamiento de uno contra uno donde el adversario tuviera un nivel de destreza superior a la nuestra en la lucha en pie, y para el caso de tener recursos suficientes de lucha en suelo, considerar llevarlo al piso para así tener más posibilidades, como así sucede en el ámbito deportivo en otras disciplinas de lucha, como las MMA.
Por otro lado, también debemos tener presente que a medida que nos hacemos mayores y aunque tengamos un nivel elevado en conocimientos y recursos, es obvio que vamos perdiendo facultades físicas, incluso dolencias, por lo que más fácil será caer en “ Kuzushi “, así pues, más aún justificado está incluir estos trabajos en nuestro arsenal técnico, que, aunque bien pudiéramos considerar como complementarios, serán muy enriquecedores, pues nos aportarán recursos y nos ayudarán a mejorar nuestra confianza.
En definitiva, se trata de establecer unos principios básicos como punto de partida para después emprender una búsqueda continua de soluciones, cuyo objetivo será el de ofrecer al karateca recursos para el caso de estar en el suelo.
2. ANTECEDENTES HISTORICOS
El Karate como arte marcial nacido para la supervivencia tenía que cubrir todas las posibilidades de un combate, así desde sus origines se ha ocupado de resolver cualquier situación de autodefensa. A través de su historia y estudio de los katas encontramos técnicas de golpeos, derribos, luxaciones y estrangulaciones, generando Kuzushi, y por ende sus correspondientes respuestas.
Aspecto que pudo influir en su desarrollo fue la incorporación de técnicas de ju-jutsu japonés con la invasión del Clan Satsuma en 1609. Los Samuráis trajeron con ellos sus sistemas de combate, entre los que se encuentra el ju-jutsu. Por lo tanto, éste no debía ser tampoco un sistema desconocido para los maestros de karate de la época y pudo influir en las técnicas de control, agarre y derribo.
El Tegumi es probablemente la forma original de lucha en Okinawa, y junto con las técnicas de golpeo y patadas importadas de China fueron el precursor del arte que finalmente se conoció como Karate.
En Okinawa se entrenaba “Muchimi“, que significa “ manos pegajosas “, se trata de la habilidad de controlar al adversario manteniendo la presión de nuestro brazo o mano después de haber entrado en contracto tras un intento de golpeo o agarre, se presiona el brazo o mano pegado y presionando contra él, aprovechamos esta fuerza para ejecutar técnica o desnivelar al adversario, ( empujando o tirando ), podemos considerar que era un método tradicional de Okinawa para desarrollar las técnicas de grappling.
El kakie o manos que empujan se entrena en algunas escuelas principalmente provenientes de Naha, y se atribuye su introducción al maestro Higaonna.
Tegumi y Kakie son parte del arsenal de defensa personal del Okinawan Goju-Ryu.
Alrededor de 1905, el Karate sufrió grandes cambios, se perdieron muchas técnicas peligrosas, pues lo que se buscaba era su adecuación a la educación física de los escolares de Okinawa.
Conscientes de ello, maestros como Gichin Funakoshi, escribió en su libro de 1935 “ Karate-do Kyohan “, en Karate, golpear, empujar y patear no son los únicos métodos, se incluyen técnicas de lanzamientos y presión contra las articulaciones, recomendando el estudio de todas estas técnicas. No obstante, el maestro deja claro que involucrarse voluntariamente en una lucha significa que escapar se vuelve mucho más difícil, por lo que el método principal debe ser, golpear fuerte y rápido y luego huir, y así la lucha es un sistema de apoyo y que siempre se debe dar prioridad a los golpes, y nunca buscar la lucha en primera instancia.
Kenwa Mabuni, fundador de Shito-Ryu, fue uno de los primeros maestros en mostrar su preocupación por la pérdida de técnicas de karate en su traslado de Okinawa a Japón continental. En su libro de 1938 “Karate-Do Kyumon “, manifestó que era una versión incompleta y que aquellos que no practicaban Karate en su totalidad estaban aprendiendo una versión hueca del arte.
3. ANÁLISIS DEL COMBATE EN EL SUELO
Muchos son los factores a tener en cuenta en un enfrentamiento real, como las características del adversario, la sorpresa, estrés, lugar, etc. Por ello, es necesario un conocimiento de todos los rangos de combate, pues de lo contrario podemos tener serios problemas, como sucede en el caso de perder la estabilidad y caer al suelo.
Podemos entrar en desequilibrio involuntariamente, ante técnicas de ataque, defensa, agarres o bien por un tropiezo o resbalón. También podemos ir al suelo de una forma voluntaria, como sucede cuando buscamos una técnica de sacrificio “sutemi“, con el fin de sorprender y obtener ventaja.
Cuando caemos en Kuzushi nuestras opciones se limitan en gran medida y seguramente acabaremos en el suelo, donde podemos ser golpeados, inmovilizados, luxados o estrangulados, por lo que tendremos que aprovechar cualquier resquicio de oportunidad tanto de respuesta como de salida y reposición de nuestro equilibrio con la finalidad de no quedar a meced del adversario.
Debemos diferenciar lo que es una práctica deportiva de lucha en suelo, que aunque nos puede aportar recursos de gran valía, en situaciones de autodefensa algunos de sus trabajos no tendrían sentido, pues el objetivo primordial será responder o escapar de inmediato, y solamente entraremos en la lucha en suelo en caso de que el oponente no nos permita levantarnos con seguridad.
Por lo tanto, de ser inevitable es fundamental llegar al suelo en las mejores condiciones, por ello hay que entrenar las caídas con frecuencia, pero también las distintas formas de incorporación, pues de ello dependerá en gran medida el resultado del combate.
Otra cuestión importante que debemos tener presente es no caer dando las espaldas al adversario, pues al igual que en el combate en pie quedaríamos a su merced. Esto se hace en algunas artes marciales y sistemas de lucha donde se penaliza llegar con la espalda al suelo, buscando el luchador una posición de boca abajo, “esto si lo hacemos en la calle estaremos perdidos “.
Así pues, como fundamento básico podemos decir que si llegamos al suelo hay que conseguir de forma inmediata una posición ventajosa para poder responder o escapar, por ello debemos conocer y estudiar distintas formas de trabajo en distancia larga, media y cuerpo a cuerpo, así como las diferentes tipos de posiciones y la idoneidad de la técnica a emplear.
Otro maestro que entreno jujutsu e hizo parte de su Karate fue Hironori Otsuka (fundador del karate Wado-Ryu), trabajando técnicas de lanzamiento, cerraduras y también técnicas de lucha en suelo como el “ Idori Kumite “ que consta de 10 técnicas de suelo ejecutadas desde la posición Seiza.
Así pues, podemos apreciar la preocupación y dedicación de nuestros antepasados por dar respuesta en cualquier situación y lugar.
1ª PARTE : Continuara…..
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