Las artes marciales provienen del contexto militar (ya que Marte es el dios de la guerra). Es por ello que muchos aspectos observados en la actualidad internacional en cualquier academia de Karatedo, Taekwondo, Judo u otra especialidad, tiene gran semejanza con el contexto de la guerra (como las formaciones, voces demando, exigencia, jerarquías, disciplina, uniforme, etc.).
Precisamente el último (pero no menos importante) aspecto mencionado, es al cual nos quiero referirme: El uniforme. Las artes marciales se debaten en el eterno dilema de tradición y modernidad, el cual afecta todas las dimensiones, incluso la vestimenta a utilizar.
Si retrocedemos en el tiempo vemos que el uniforme de las diversas artes marciales depende de las condiciones en que se realizaba la actividad (judokas y karatekas de blanco; ninjas de blanco, negro, verde o marrón en dependencia de si accionaban en la nieve, noche, bosque o desierto; samurais en dependencia de los colores de su shogun; etc.)
En el mundo militar más reciente sucede lo mismo con los ejércitos de diversos países, unos verde oscuro o claro, de blanco los de la marina, de mosaico los del desierto, etc.
En ese mismo sentido se ha visto que han comenzado a aparecer diversos diseños de uniformes en las instituciones marciales, las cuales casi inmediatamente han empezado a ser criticadas y hasta atacadas por el resto que no comparte su criterio.
Y si eso sucede con el uniforme…peor es con el cinturón. Si no es negro no vale, o es vanidad y hasta ofensivo. En ese caso volvemos al inicio, en el contexto militar siempre se incluyen los grados, entre otros atributos del uniforme de la persona, lo cual tiene su razón de ser y siempre es bien visto.
Siendo así, ¿qué tendría de malo que una persona en lugar de usar cinturón negro lo tenga rojo y blanco, o rojo (o de cualquier otro color), o que de la misma manera incluya a modo de galones los grados adquiridos? Creo que juzgar solo por la apariencia es muy superficial.
En su lugar lo que habría que tener en cuenta es quién, cómo y porqué otorgó ese cinturón o grado a la persona que lo muestra, ya que a mi modo de ver lo importante no es la apariencia sino la esencia. Si la persona lo tiene bien ganado…
Felicitaciones!!!, si los adquirió de manera ilícita…la misma vida se encargará de ponerlo en su sitio sin necesidad que lo ataquemos. En ese mismo punto de vista se presenta el aspecto del cinturón desgastado, y una vez más volvemos al inicio. ¿qué samurari se presentaba ante su shogun con las ropas rasgadas?, ¿Qué general se presenta ante su comandante en jefe con el uniforme roto?.
Como dije al inicio, es un tema de relación apariencia-esencia. Lo importante es que haya relación (para bien o para mal) entre lo que somos y lo que mostramos.
Lo importante es una adecuada esencia interior adecuada, y de la misma manera que eso se trasmita al exterior. Si por dentro somos buenos, seguramente nos preocuparemos por una adecuada apariencia externa. Si por dentro no somos como deberíamos, por mucho que nos preocupemos por la imagen externa siempre seremos descubiertos más temprano que tarde.
En conclusión, preocupémonos más en ser y menos en parecer, que quien esté tratando de mostrar una imagen falsa pronto lo sabremos.
Foto portada: Steven Yeh
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